Brasil, obsesión cosmética

Brasil,  país de la samba, el carnaval, los cosméticos y la cirugía estética. Pura obsesión por estar perfectxs, ellos y ellas.

Reportaje realizado para el canal 3/24 de tv3 en 2009.

Brasil, país de la samba, carnestoltes, cosmètics i cirugia estètica. Pura obsessió per estar perfectes, ells i elles.

Reportatge realitzat el 2009 per al 3/24 de tv3.

En català.

La obsesión por los cosméticos en Brasil

La verdadera democracia de Gadafi: El Libro Verde

Organización política interna de la Líbia de Gadafi

El Libro Verde[1]

Análisis

El Libro Verde de Gadafi, publicado en 1975,  está inspirado en la China comunista y el Libro Rojo de Mao Zedong. En él, el dictador libio expone «su original concepción de un Islam politizado que no es ni laico ni integrista, y que aparece trufado de un socialismo no marxista, vagamente libertario»[2]. Para Gadafi, la única manera de alcanzar y ejercer el poder era mediante las conferencias y comités populares. Para el Coronel, el fundamento de la obediencia al estado estaba basado en la ley coránica.

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[3]

Gadafi estableció, durante smandato, una democracia directa a partir de la creación de comités populares locales, regionales y nacionales. Si bien la idea del Coronel era la de un estado gobernado por el pueblo, es evidente que todas las tomas de decisiones pasaban antes por él y su comité de asesores, a diferencia de lo que preconizaba.

El Libro Verde de Gadafi, donde se explica toda la organización interna de Libia, (aunque luego no se llevaran a cabo la mayoría de puntos) está dividido en tres partes.

En la primera, Gafadi  habla de los instrumentos de gobierno: «El instrumento de gobierno es el principal problema del instrumento político que enfrentan las comunidades humanas» (Pág.2). Gadafi busca respuestas a la pregunta de cómo se debe asumir el ejercicio de la autoridad y cómo deben organizarse la sociedad. Para el dictador, «los parlamentos, la columna vertebral de la democracia convencional que prevalece en el mundo actual, son una distorsión del pueblo y una falsa solución al problema de la democracia (…)Un parlamento está originariamente fundamentado en representar al pueblo, pero es en sí mismo antidemocrático, dado que democracia significa la autoridad del pueblo, y no una autoridad que actúa en nombre de él. «(Pág.3). Además, según el dictador, los votos pueden ser comprados y falsificados, y los representantes, (que sólo pueden ser los ricos porque las campañas electorales cuestan mucho dinero), sobornados.

Tampoco el partido es la solución para llegar a un acuerdo en el tema de la representación y la autoridad: «El partido es una forma contemporánea de dictadura. Es el instrumento moderno de un gobierno dictatorial (…) El propósito de crear un partido es el de crear un aparato para gobernar al pueblo, es decir, gobernar a los que no son miembros del partido» (Pag.4). Para Gadafi, el sistema de partidos era un instrumento moderno de dictadura (por eso quizá él prefirió concentrar todo el poder en su persona). Tampoco los referendos era democráticos para el dictador, ya que la población sólo podía decidir o no y no podía expresar libremente su opinión.

Gadafi estableció, como se ha mencionado anteriormente, un sistema de representación basada en asambleas populares a distintos niveles (locales, regionales y nacionales) y comités de pueblos. Consideraba, cualquier otro sistema de gobierno, antidemocrático. Sólo mediante este sistema se puede alcanzar la democracia real y directa y el pueblo puede conseguir una soberanía de facto. Este es el sistema que proponía el dictador:

En cuanto a las leyes, establecía: «La ley natural de cualquier sociedad está basada bien en la tradición (las costumbres) bien en la religión. Cualquier otro intento de redacta la legislación fuera de estas dos fuentes carece de validez y lógica» (Pág. 11). Las Constituciones son, pues, leyes artificiales y por lo tanto, antidemocráticas.

Por último, en esta primera parte de su libro, Gadafi hace referencia a la prensa y a la libertad de expresión, y asegura los siguiente: «La prensa es un medio de expresión de la sociedad, no es un medio de expresión de individuos privados o entidades corporativas. Por tanto, lógica y democráticamente, no debería pertenecer ni a unos ni a otros (…)Lo que se conoce como el problema de la libertad de prensa en el mundo quedará radical y democráticamente solucionado. Porque generalmente es un subproducto del problema de la democracia, no es un problema que pueda ser solucionado de forma independiente del de la democracia en la sociedad en su conjunto» (Pág.15).

En la segunda parte del Libro Verde, Gadafi habla de las bases económicas de su ideología y de socialismo. Para él, el asunto de la economía en el mundo continúa sin resolver. Distingue entre asalariados (esclavos) y amos e identifica el problema del salario. Gadafi explica, en tono marxista, los problemas que acarrean los sistemas de propiedad privada y los beneficios de la propiedad pública, siempre y cuando no sólo se tenga en cuenta el bienestar de los trabajadores sino de la sociedad en su conjunto. «La solución final radica en abolir el sistema asalariado, emancipando al pueblo de esta esclavitud y regresando a las leyes naturales que definían las relaciones antes de que emergieran las clases, las formas de gobierno y lasleyes artificiales. Estas normas naturales son las únicas medidas que deberíangobernar las relaciones humanas» (Pág.17).

En el texto se habla de los procesos y métodos de producción, se aplaude el adelanto científico, «un logro irreversible para la humanidad», se augura la desaparición del analfabetismo y de los trabajadores no cualificados, de la necesidad de la vivienda, los ingresos, los medios de transporte y el trabajo de la tierra (una propiedad que no puede ser de nadie y que cualquiera tiene derecho a usar siempre y cuando la trabaje).

Gadafi aspiraba a » una nueva sociedad que fuera siempre feliz. Esto sólo puede lograrse satisfaciendo las necesidades materiales y espirituales del hombre, y ello a su vez surge liberando las carencias del control de otros. Satisfacer estas necesidades es algo a conseguir sin explotar o esclavizar a otros, de otra manera, las aspiraciones de la nueva sociedad socialista están en contradicho» (Pág.21)

Es evidente constatar, llegado a este punto, las contradicciones en las que entra el mandatario libio, que por una parte aplaude los beneficios de una sociedad socialista basada en la propiedad pública y el trabajo colectivo pero que por otra, la tilda de imposible y contradictoria.

En la tercera y última parte, Gadafi se dedica a las bases sociales y los factores nacionales. Empieza el texto de la siguiente manera «El factor social, el factor nacional, es la fuerza dinámica de la historia humana. El vínculo social, que enlaza unidas a las comunidades humanas, desde la familia y la tribu hasta la nación, es la base del movimiento de la historia» (Pág.27).

Buena parte de este tercer tomo está dedicado al nacionalismo, «la base de la que emerge una nación». Gadafi establece una relación entre las causas sociales y las causas nacionales, vinculadas por una relación social derivada de la sociedad, es decir «de la relación entre los miembros de una nación» (Pág.27)

Con un discurso muy nacionalista, Gadafi segura que «La lucha nacional- la lucha social- es la base del movimiento de la historia. Es más fuerte que todos los demás factores, dado que se halla en la naturaleza del grupo humano; está en la naturaleza de la nación; en la naturaleza de la propia vida» (Pág.28). La nación es la «protección política nacional del individuo (…) el tribalismo perjudica al nacionalismo porque la lealtad tribal debilita la fidelidad nacional. (…)La fidelidad nacional es esencial a la nación, pero a la vez es una amenaza a la humanidad. La nación es a la comunidad mundial, similar a lo que la familia es a la tribu». No obstante, Gadafi no es partidario del fanatismo nacional (a pesar de que a partir de sus palabras se podría deducir todo lo contrario. «. El fanatismo nacional expresado a través del uso de la fuerza contra naciones más débiles, o el progreso nacional elaborado a expensas de otras naciones, es malvado y perjudicial para la humanidad»(Pág.31)

Otro factor muy importante en la concepción nacional de Gadafi es el asunto de la religión, puesto que «…cada nación debería tener una religión. Que sea de otra manera es anormal. Tal anormalidad crea una situación insegura que se convierte en causa real de disputas dentro de un grupo nacional» (Pág.29).

Gadafi también habla de la mujer (a la que, por cierto, le dedica bastantes páginas) y su igualdad al hombre en el tratado. El dictador condena la discriminación contra la mujer y la tilda de «acto flagrante de opresión sin justificación».

Para finalizar sus teorías, el ex mandatario libio aborda el tema de las minorías (en tan sólo tres párrafos y sin concederle demasiada importancia) y de la predominancia del pueblo negro en el futuro. Gadafi  habla de la esclavitud perpetrada por los blancos hacia los negros y asegura «Este trágico e histórico suceso, el amargo sentimiento resultante, y el anhelo o la reivindicación de toda una raza, constituyen para el pueblo negro una motivación psicológica de venganza y triunfo que no puede ser ignorada» (Pág.40).

Gadafi hace un llamamiento al resurgimiento del pueblo negro y finaliza sus teorías hablando de educación, música y arte.

Síntesis

Las ideas que Gadafi expone en el Libro Verde son grandilocuentes, teóricas y con algunos punto muy buenos y bien reflexionados. El problema es que, en la mayoría de casos, el dictador no sólo no llegó a cumplir con esos puntos sino que actuó de manera totalmente contraria, por ejemplo en el caso de la concentración de poder, la manera de ejercer la autoridad o la libertad de prensa (inexistente durante el régimen). Es curioso cómo dedica muchas páginas a ciertos aspectos, como el de la mujer o el nacionalismo y tres párrafos que constituyen media página para las minorías.

Gadafi impuso, durante todo su mandato, una dictadura de facto, sin libertad de ningún tipo y con una represión continua. Resulta paradójico el trato que dio a las mujeres (bien son sabidas sus palizas, violaciones y vejaciones a las mujeres con las que se acostaba) y lo que escribe sobre ellas en su tratado. Y, si bien Gadafi no creía en una Constitución o en una autoridad que ejerciera el poder, cierto es que el Libro Verde funcionó como una Constitución y él ejerció de mandatario de su país, de manera indiscutible.

El dictador libio, además no respetó ninguno de los principios coránicos que preconizaba de manera indirecta en su tratado, prueba evidente de ello son su adicciones sexuales, por ejemplo.

Es evidente que el Libro Verde de Gadafi se quedó en un mero texto teórico escrito que no llegó a ver la luz de manera práctica, o al menos, no en la mayoría de sus aspectos (por ejemplo el sistema de comités y de asambleas populares sí se llevaba a cabo y las cifras sobre el aumento del nivel de vida en Libia durante su mandato son verdaderas -aunque podrían fácilmente atribuirse a las inversiones extranjeras en los hidrocarburos). Gadafi fue el primero en pasarse por alto sus propios principios y el primero que desacreditó su teoría con su comportamiento desmesurado, exagerado y contradictorio. Después de su caída, los rebeldes procedieron a la quema de los ejemplares de su tratado, como muestra de repudio a la sociedad que Gadafi preconizaba. No obstante, es necesario decir que no hay algunos buenos puntos en las teorías del dictador que, quizás llevadas a cabo de manera honesta, podrían mejorar la situación de Libia y sus ciudadanos.


[1] Libro Verde de Gadafi con el texto íntegro, disponible en http://free-news.org/PDFs/El_libro_Verde_de_Gadafi.pdf

[2]  CIDOB

Gadafi, el eterno dictador

la proxima guerra que hará gadafi ahoraGadafi ha pasado a la historia como un líder complejo, estridente ególatra, impredecible, polémico, extravagante y particular. Es evidente que no ha sido un mandatario «normal» y que sus excentricidades llegaron a crear alrededor de él una aura difícil de describir. Procedente de una familia de ideología nacionalista, Gadafi fue un brillante estudiante de derecho que nunca ejerció la abogacía. Con Nasser y el panarabismo en el punto de mira y como modelo a seguir, el ex presidente libio consiguió, en 1969, derrocar a la monarquía del rey Idris[1]. Tal y como se señala en CIDOB «en 1977 dotó de su país de una forma de gobierno sui géneris, sin partidos, ni instituciones estatales al uso: la Jamahiriya, híbrido del Islam, socialismo natural y democracia popular directa fue la ideología que proclamó en su Libro Verde».[2]

Con tan sólo 27 años, Gadafi había conseguido ponerse al frente de la junta militar y liderar el Consejo de Mando de la Revolución con una ideología muy pragmática basada en el nasserismo, el nacionalismo y otros puntos: «neutralidad exterior, unidad nacional como paso previo para la consecución de la unidad árabe, prohibición de los  partidos políticos, evacuación de las bases británicas y estadounidenses y explotación de la riqueza petrolera nacional en beneficio del pueblo[3]«.

Gadafi en 1970, el jefe de Estado más joven del mundo[4]

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Tal y como se señala en sus numerosas biografías, el régimen de Gadafi pronto adquirió una naturaleza personalista. El ex presidente libio nacionalizó petroleras y entidades bancarias y proyectó una economía planificada, lo que hizo que los ciudadanos libios mejoraran su nivel de vida. «Las constantes inversiones del Estado en sanidad (el sistema público de salud ofreció una cobertura universal y gratuita, educación, vivienda y recursos hídricos, así como los precios subsidiados de los alimentos básicos, permitieron mejorar drásticamente índices como la alfabetización (el 64% de la población en 1990 y el 87% en 2010), la esperanza de vida al nacer (67 años en 1990 y 77 años dos décadas después) y la tasa de mortalidad infantil (el 64‰ y el 20‰, respectivamente). Desde la década de los setenta, Libia experimentó grandes avances en la reducción de la incidencia y la erradicación de enfermedades infecciosas, y los casos de pobreza extrema llegaron a ser raros[5]«.

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Diciembre de 1977, Gadafi pasea durante un descanso de la Cumbre Árabe en Trípoli, Libia.[6]

No obstante, la represión de las espontáneas revueltas populares y el régimen autoritario del dictador ensombrecieron su mandato, lleno de altibajos dentro y fuera del país y con un sinfín de conspiraciones y tentativas golpistas para hacerlo desaparecer del gobierno.

Durante los años setenta, Gadafi persiguió la unidad árabe. Con un discurso antiisraelí, intentó, fallidamente, crear una Federación de Repúblicas Árabes, juntamente con el Egipto de Sadat y la Siria de Hafez Al Assad. Las diferencias tanto religiosas como políticas catapultaron esta iniciativa, que nunca llegó a ver la luz. El reconocimiento por parte de Sadat del estado de Israel hizo romper las relaciones del régimen libio con Egipto (Gadafi consideró a Sadat como un traidor y celebró su muerte en 1981, cuando fue asesinado[7]). También las conexiones con Siria fueron irregulares, con etapas de desafección y enrarecimiento de las relaciones y etapas de acercamiento y diálogo.

Es en la década de los ochenta cuando Gadafi se acerca de nuevo al Egipto de Mubarak y se reconcilia con Siria y Jordania. Es también en esta década cuando Libia se aproxima al régimen jomeinista de Irán y se empiezan a fraguar las enemistades con Occidente, concretamente con Estados Unidos y Gran Bretaña. Tal y como señala CIDOB «Reagan acusó sistemáticamente a la Jamahirya de dar cobijo a terroristas internacionales, de financiar atentados y de sostener campamentos de instrucción de grupos revolucionarios y movimientos de liberación de todo el mundo[8]«.

Esta situación de enemistad empeoró en 1988, cuando «un Boeing 747 de la compañía Pan Am que realizaba la ruta Londres- Nueva York se desintegró en  pleno vuelo por el estallido de una bomba» y causó la muerte de unas 270 personas, en su mayoría británicas y norteamericanas. Es lo que se conoce como atentado de Lockerbie. En 1989, en un vuelo de la aerolínea UTA, francesa, murieron 170 personas a causa de una explosión. Detrás de los dos atentados estuvieron los servicios secretos de inteligencia libios.

A causa de estos hechos, Estados Unidos y otras potencias occidentales pusieron fin a las relaciones diplomáticas con Gadafi y la ONU prosiguió a una serie de sanciones económicas contra el régimen libio y le instó a que condenara y luchara contra el terrorismo.

A finales de la década de los noventa, Gadafi empieza a normalizar sus relaciones con Europa y Estados Unidos. «La fórmula de esta espectacular rehabilitación fue una mezcla de concesiones políticas, renunciando a maquinaciones terroristas ya poseer armas de destrucción masiva (…) Los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington brindaron a Gadafi una oportunidad de oro para vencer la animosidad de Estados Unidos y blanquear su mala reputación internacional[9]«.

Guardia amazónica de Gadafi, compuesta por 200 mujeres vírgenes[10]

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En este contexto, el régimen admitió la responsabilidad de los atentados aéreos de los ochenta, permitió la entrada de inspectores de la ONU para investigar los programas de armas químicas, biológicas y atómicas e inició un juego diplomático con los principales agentes internacionales que le valdría la vuelta al protagonismo internacional, ahora sí, del «bando de los buenos». Libia cumplió con el programa de desarme de la ONU y las relaciones con Occidente se reanudaron traducidos en acuerdos de inversión, contratos y licencias de operación en el sector de los hidrocarburos. Las compañías petroleras italianas, británicas, francesas y norteamericanas no se hicieron de rogar y, aprovechando esta nueva situación diplomática, desembarcaron en Libia.

Una vez más, se observa cómo un régimen paria puede pasar a ser el principal socio comercial y político-estratégico de Occidente de un día para otro. La doble moral respecto a Libia ha sido una constante durante toda la historia del mandato de Gadafi, tal y como se vería más tarde en la intervención llevada a cabo por la OTAN de la mano de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, que contribuyó de manera determinante a la caída del dictador.

Gadafi fue un líder que no dejó indiferente a nadie, como ocurre con Castro en Cuba, Chávez en Venezuela o Bush hijo en Norteamérica. Tuvo esa capacidad de despertar la polémica allí donde fuera, con su extravagancia y sus llamadas de atención particulares, plantando haimas en parques y pronunciando discursos interminables ante audiencias atónitas. Fielmente acompañado por su Guardia Amazónica (constituida íntegramente de mujeres vírgenes y hermosas) y con el trasfondo de escándalos sexuales muy variopintos que rozan  lo burlesco, Gadafi  seguramente tuvo la muerte que nunca deseó tener.

[11]

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Tras resistirse a la sublevación popular iniciada en febrero de 2011 que exigía su caída, Gadafi fue capturado por los rebeldes libios el 10 de octubre del mismo año. Zarandeado, increpado, golpeado y hasta sodomizado, Gadafi tuvo un final atroz: fue tiroteado a bocajarro por sus captores[12]. Grabada con los móviles de sus propios asesinos, la muerte de Gadafi, uno de los dictadores más particulares de la historia, ha quedado escrita en forma de imágenes muy presentes en la mente de todos los libios, pero también de los ciudadanos del mundo.


[1] Idris había sido puesto en el trono por Occidente en 1951 y era muy mal visto por los nacionalistas libios.

[3] Ibíd. (CIDOB)

[5] Ibíd. (CIDOB)

[8] ibíd. (CIDOB)

[9] Ibíd. (CIDOB)

[11] Fuente de la fotografía. ABC.es. Diponible en: http://www.abc.es/20111020/internacional/abci-reacciones-muamar-gadafi-muerto-201110201717.html No se ha mostrado imágenes de la muerte del dictador por su sensibilidad.

[12] Vídeo de la muerte de Gadafi disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=JueLuxOsC3U

Las prostitutas de Karachi, Pakistán

Las prostitutas en Pakistán están expuestas a un sinfín de riesgos. El VIH y otras enfermedades de contagio sexual, entre otros. En un país donde la prostitución está castigada con la pena de muerta, más de 100.000 prostitutas sobreviven en las calles intentando no ser vistas.

Reportaje emitido en el canal 3/24 durante 2009.

Les prostitutes de Karachi, al Pakistán, viuen exposades a una infinitat de riscos. Entre ells, el VIH i altres malaties de tansmissió sexual. En un país on la prostitució està castigada amb la pena de mort, 100.000 prostiutes intenten sobreviure pels carrers paquistanesos intentant no ser vistes.

Reportatge realitzat pel canal 3/24 durant el 2009.

Las barreras de coral se mueren

Las barreras de coral se mueren. ¿Las causas? La contaminación marítima, la pesca excesiva y la subida de la temperatura de las aguas. En los últimos años, se ha perdido más del 27% del coral mundial.

Reportaje publicado en el canal 3/24 de TV3 durante el año 2010.

Les barreres de corall es moren. ¿Les causes? La contaminació marítima, la pesca y la pujada de la temperatura de les aigües. Durant els últims anys, s’ha perdut més del 27% del corall mundial.

Reportatge publicat al canal 3/24  de TV3 durant l’any 2010.

Las barreras de coral se mueren  (vídeo)

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